Según datos facilitados por la Asociación Española de Municipios del Olivo, el déficit de agua que acumula la tierra, hacen prever una importante reducción en la cosecha de aceituna, para la presente campaña.
Debido a las temperaturas de junio y julio de 2017 y la pertinaz sequía de los años 2016 y 2017.
El olivar en España, principal país productor de aceite de oliva en el mundo, tiene una superficie total muy amplia.Sin embargo,de toda esa extensión, una parte cercana al 65% es secano.
La escasez de precipitaciones en los dos últimos años hace “extremo” el estado de estrés que sufren los árboles. A causa del déficit de humedad acumulado en la tierra. En concreto Córdoba y Jaén, que aportan el 60% de la producción nacional, sufren una sequía prolongada.
Las previsiones para la campaña 2017/18, siempre condicionadas a variaciones climáticas , oscilará entre las 950.000 y el 1.150.000 toneladas.
Suponiendo que las precipitaciones de lluvia durante los meses otoñales sean similares o no inferiores a media habitual.
La disponibilidad de aceite de oliva en fase de comercialización será sensiblemente inferior a la de pasadas campañas.
La influencia de esta escasez hará que el consumidor tenga que pagar más por el aceite de oliva.